CATEDRAL DE SANTIAGO DE COMPOSTELA
1. IDENTIFICACIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LA OBRA
Nombre: Catedral Santiago de Compostela
Autor: Comenzó las obras Bernardo el Viejo, continuándolas el maestro Esteban y Bernardo el Joven.
Patrocinador: Promovida por el obispo Diego Peláez.
Localización: Iniciada en 1075 y consagrada en 1105. Se localiza en Santiago de Compostela, La Coruña,Galicia.
Estilo y época: Románico.
2A. ANÁLISIS TÉCNICO
Tipología: arquitectura. Templo.
Concepción espacio interior: con planta de cruz latina y cabecera con girola y absidiolos. La longitud del edificio es de 97 metros.El interior del templo se divides en tres naves longitudinales.
Concepción espacio exterior: Tiene
una rica decoración escultórica en el exterior.
La central
posee un ancho de 10 metros y alcanza una altura de 22, cubriéndose con
bóveda de cañón. Las naves laterales, de menor
altura y unos 5 metros de anchura lo hacen con bóvedas de aristas. Sobre
dichas naves laterales se alza la tribuna que asoman a la nave central
mediante arcos geminados y se prolonga por el transepto. Sus vanos exteriores, abocinados, proporcionan iluminación a la
parte superior de la nave central, lo que contrasta con la mayor penumbra de la
zona inferior. El transepto se organiza también en tres naves
en cuyos extremos se abren portadas al exterior. Por otra parte, en uno
de sus lados mayores este transepto presenta cuatro absidiolos, dispuestos dos
a cada lado de la cabecera. Sobre el crucero se alza un cimborrio. En toda este
enorme transepto se alzan también tribunas sobre las naves laterales. La cabecera de la catedral es de amplias
dimensiones y dispone de una girola con cinco capillas radiales en los
absidiolos. De ellas, la central presenta al interior forma absidiada, mientras
que el exterior se cierra con testero plano. Todo el espacio interior del templo está organizado de
manera que los fieles (tras concluir aquí su peregrinación hasta la tumba del
apóstol Santiago) pudiesen acceder a la catedral por la portada de los pies y
recorrerla hasta llegar a la girola, en cuyo espacio central se encuentra el
sepulcro del citado apóstol. Todo este camino interior del edificio
permite que puedan desarrollarse sin interferencias las ceremonias religiosa
La
planta tiene forma de cruz latina. La nave principal, cubierta por
una bóveda de cañón, está precedida por un nártex, y formada por
una nave central y dos naves laterales, cubiertas por bóvedas de
aristas. Em la planta alta se sitúa la tribuna. Consta de un
transepto con un crucero en la parte superior del cual se encuentra
un cimborrio. El transepto cuenta con cuatro absidiolos. En la
cabecera hay una girola o deambulatorio y un acceso a la cripta donde
está enterrado el apóstol y rodeada por cuatro absidiolos y un
ábside de forma circular en el interior y cuadrada en el exterior.
Materiales y técnicas de construcción: Obra arquitectónica realizada en piedra
Elementos constructivos: Como
elementos sostenidos se emplean el arco de medio punto, el
contrafuerte, bóveda de arista y arcos fajones. Como soporte se
utilizan pilares cruciformes. Predomina el muro mientras que las
puertas y ventanas son escasas.
2B. ANÁLISIS FORMAL:
Líneas compositivas del espacio interior y exterior: Nave central más grandes que las laterales.
Intencionalidad: Mayor sensación de altura conseguida a través de sus arcos peraltados. Debido a las proporciones amplias de la tribuna es muy luminosa en la parte superior de la nave central, en contraste con la penumbra de la parte inferior.
Función: Religiosa. Iglesia de Peregrinación.
3. INTERPRETACIÓN Y CONTEXTUALIZACIÓN DE LA OBRA:
La catedral de Santiago viene a simbolizar, en primer lugar, la importancia de una ciudad y una sede obispal en la que se encuentra situado el sepulcro de uno de los doce apóstoles de Cristo. En este sentido, la propia planta de la iglesia es imagen de la cruz de Cristo y, en consecuencia, representación en pìedra de la idea de la cruxifixión y muerte de Jesús como base para la salvación del mundo. Pero, por otro lado, la construcción simboliza a la perfección el desarrollo del reino astur-leonés en un momento en el que el espacio geográfico peninsular se encontraba fragmentado y en el que sobresalía el mundo islámico representado por al-Andalus.
El sepulcro del apóstol Santiago fue redescubierto hacia el año 829, de forma tal que sobre el mismo se edificó (reinando Alfonso II el Casto) un primer templo, de reducidas dimensiones. Más tarde se levantaron allí otras dos basílicas prerrománicas a las que finalmente acabó sustituyendo la catedral que ahora podemos contemplar.
El hecho de disponer de la única tumba conservada de uno de los doce primeros discípulos de Jesús (junto con la de San Pedro, en Roma), convirtió a la antigua Iria Flavia en el centro de un creciente movimiento de peregrinaciones que prontó alcanzó a toda la cristiandad europea, de la cual Santiago de Compostela acabó convirtiéndose en uno de los principales centros religiosos. Surgió así el Camino de Santiago, una ruta de peregrinación que acababa precisamente aquí su recorrido. Los distintos ramales de esta vía se unían tras cruzar los Pirineos, para recorrer a continuación todo el norte peninsular y concluir en Compostela. De esta manera, el camino facilitó los intercambios culturales entre las distintas zonas del continente y llevó más allá de las fronteras de la península la fama de una ciudad y de una monarquía (la astur-leonesa) que impulsó la devoción a las reliquias del apóstol. Sucedía todo ello en una Europa ruralizada y feudal, pero que lentamente se iría abriendo al desarrollo de las ciudades, del comercio y de las actividades burguesas, siempre bajo la atenta mirada de la Iglesia cristiana como controladora única de las conciencias.
La catedral de Santiago viene a simbolizar, en primer lugar, la importancia de una ciudad y una sede obispal en la que se encuentra situado el sepulcro de uno de los doce apóstoles de Cristo. En este sentido, la propia planta de la iglesia es imagen de la cruz de Cristo y, en consecuencia, representación en pìedra de la idea de la cruxifixión y muerte de Jesús como base para la salvación del mundo. Pero, por otro lado, la construcción simboliza a la perfección el desarrollo del reino astur-leonés en un momento en el que el espacio geográfico peninsular se encontraba fragmentado y en el que sobresalía el mundo islámico representado por al-Andalus.
El sepulcro del apóstol Santiago fue redescubierto hacia el año 829, de forma tal que sobre el mismo se edificó (reinando Alfonso II el Casto) un primer templo, de reducidas dimensiones. Más tarde se levantaron allí otras dos basílicas prerrománicas a las que finalmente acabó sustituyendo la catedral que ahora podemos contemplar.
El hecho de disponer de la única tumba conservada de uno de los doce primeros discípulos de Jesús (junto con la de San Pedro, en Roma), convirtió a la antigua Iria Flavia en el centro de un creciente movimiento de peregrinaciones que prontó alcanzó a toda la cristiandad europea, de la cual Santiago de Compostela acabó convirtiéndose en uno de los principales centros religiosos. Surgió así el Camino de Santiago, una ruta de peregrinación que acababa precisamente aquí su recorrido. Los distintos ramales de esta vía se unían tras cruzar los Pirineos, para recorrer a continuación todo el norte peninsular y concluir en Compostela. De esta manera, el camino facilitó los intercambios culturales entre las distintas zonas del continente y llevó más allá de las fronteras de la península la fama de una ciudad y de una monarquía (la astur-leonesa) que impulsó la devoción a las reliquias del apóstol. Sucedía todo ello en una Europa ruralizada y feudal, pero que lentamente se iría abriendo al desarrollo de las ciudades, del comercio y de las actividades burguesas, siempre bajo la atenta mirada de la Iglesia cristiana como controladora única de las conciencias.
Realizado por Cristina Franco Nº14, 2ºD.
Muy bien, Cristina. 10.
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